A finales del mes pasado, se publicó el informe del Foro Económico Mundial sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). En el indicador Global del Informe, Colombia se ubicó en la posición 60 entre 133 países, mejorando 4 puestos con relación al 2009 y 9 con respecto al 2008.
Más allá de los resultados del Indicador Global, lo interesante del informe es la forma en que se analiza el papel de las TIC como motor de desarrollo. Ya no podemos hablar sólo de temas como penetración de telefonía móvil o de Internet; tenemos que hablar de un concepto mucho más integral en el que las TIC son, tanto una valiosa herramienta trasversal de uso económico y social, como un sector económico que ofrece grandes oportunidades de inversión.
Como sector económico, la importancia de la industria de las TIC en el mundo ha crecido considerablemente en la última década y se espera que esta tendencia continúe en los próximos años: se estima que su peso en el Producto Interno Bruto global pase de 5 por ciento a casi 9 por ciento en el 2020. Tradicionalmente, la industria de las TIC se ha percibido como exclusiva a los países desarrollados. Sin embargo, este fenómeno está cambiando.
En Colombia, por ejemplo, si bien esta industria se encuentra en etapa de formación, existen iniciativas interesantes que reflejan su gran potencial. Una de estas iniciativas es el Programa de Transformación Productiva que lidera el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en el que dos de sus ocho sectores están relacionados con la informática: software y servicios tercerizados a distancia. Para el 2012, se estima que el primero podría generar 1.300 millones de dólares y 32.000 empleos, y el segundo 2.000 millones de dólares y 109.000 empleos.
Por otro lado, es innegable que el país ha logrado avances importantes en los últimos años en penetración de computadores personales, Internet y telefonía móvil. Estos avances se han basado en políticas como la expedición de la Ley TIC, el desarrollo del Plan Nacional TIC, el programa Compartel y los avances en Gobierno en Línea.
Es necesario seguir avanzando en estos frentes, especialmente en penetración de Internet de banda ancha, cuyo impacto sobre el PIB es potencialmente alto: un estudio de McKinsey encuentra que, en promedio, un incremento de 10 por ciento en la penetración de Internet en los hogares se traduciría en un aumento en el PIB de 0,7 por ciento. No obstante lo anterior, dadas las aplicaciones complejas que se utilizan hoy en día, también es fundamental mejorar la calidad y los precios de la banda ancha.
En las empresas, además de usos tradicionales como la difusión de información o el fortalecimiento de relaciones con clientes y proveedores, las TIC, al ser un elemento permanente en la vida profesional y personal de la gente, también se están convirtiendo en una herramienta crítica para innovar. Lo anterior aplica también a los gobiernos, como instrumento para fortalecer la gobernabilidad, o a cualquier iniciativa particular que se pretenda difundir.
No es ningún secreto que las TIC tienen un gran poder de convocatoria: un ejemplo de esto es la gran acogida que tuvo la marcha contra las Farc convocada a través de la red social Facebook hace un par de años.
Pero estos no son los únicos beneficios de las TIC sobre el desarrollo económico y social de los países. Éstas son cada vez más utilizadas para mejorar la calidad y cobertura de servicios como la salud, la educación o la logística.
En salud, por ejemplo, las TIC permiten ampliar la cobertura a zonas rurales marginadas y mejorar la calidad del servicio: los médicos pueden acceder a los registros de los pacientes con más facilidad, obtener resultados de laboratorios más rápidamente e incluso instalar aparatos en los pacientes para monitorear, en tiempo real, su estado de salud.
En educación, las TIC no sólo permiten ampliar la cobertura a zonas apartadas a través de los servicios en línea, sino que también facilitan y amplían el alcance del aprendizaje al multiplicarse las herramientas de estudio (buscadores más eficientes, páginas web especializadas, bibliotecas en línea, entre otros).
De esta manera, las TIC contribuyen al desarrollo y la convergencia regional al fortalecer el capital humano y la generación y el desarrollo de empresas productivas en las zonas rurales y al reducir los incentivos de la migración hacia las grandes ciudades.
Se argumenta incluso que las TIC podrían tener un impacto positivo sobre el medio ambiente al facilitar y abaratar las comunicaciones: para el 2012, se proyecta que las TIC podrían contribuir a reducir las emisiones de CO2 en el mundo en un 15 por ciento.
Es innegable el trascendental papel que cumplen las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en el desarrollo económico y social de los países.
La pregunta ahora es: ¿le están dando el Gobierno, las empresas y los usuarios en Colombia la importancia que se merecen?
