Saturday, February 14, 2009

Cómo conectar el móvil con la computadora.


Cómo conectar el móvil con el ordenador
Autor: Por BENYI ARREGOCÉS CARRERE
Fecha de publicación: 17 de marzo de 2008

Las diferentes formas de conexión entre estos dos equipos permiten intercambiar archivos de todo tipo

¿Qué teléfono móvil actual no permite sacar fotos o grabar vídeos?
Además, bastantes modelos incorporan grabadora de sonidos y en ellos es posible escuchar música en MP3.
El móvil se ha convertido en una 'navaja' multiusos que acumula contenidos audiovisuales en la memoria del teléfono, por lo que es interesante que se pueda conectar con el ordenador del usuario para compartir archivos.
Esta acción se puede realizar a través de Bluetooth, infrarrojos o con un adaptador de tarjetas de memoria SD.

Los posibles usos del móvil se multiplican en combinación con el ordenador. Por ejemplo, desde el PC se pueden pasar al teléfono algunas de las fotos o vídeos que se hayan tomado durante las vacaciones para enseñárselas a los amigos. También trasladar canciones para que el móvil se convierta en un reproductor musical.

Al revés, sucede lo mismo. Así, por citar un caso, es posible mandar por correo electrónico las fotos o vídeos que se tomaron cuando sólo se tenía el móvil a mano. Normalmente, la conexión entre el móvil y el ordenador se realiza mediante un programa que proporciona el fabricante del teléfono, y que deberá ser instalarlo en el PC.

Una vez realizado este paso y conectado el teléfono con el ordenador, el programa se encarga de guiar al usuario para trasladar los archivos y para hacer copias de seguridad de la agenda del móvil, lo que puede ser muy útil en caso de pérdida o robo. Por otra parte, también resulta interesante la posibilidad de manejar el móvil desde el ordenador para modificar la agenda o para enviar mensajes cortos.

Hacer "click aquí" o sobre la imagen para ver la presentación.

Cuatro formas de conectar el móvil al ordenador

A grandes rasgos, existen cuatro formas de pasar los datos del teléfono al ordenador o viceversa, aunque una, la más sencilla y con menos posibilidades, consiste simplemente en adaptar la tarjeta de memoria del móvil al estándar SD.
  • A través de Bluetooth: Es la forma más cómoda y la más recomendable debido a que no depende del modelo y marca del terminal del usuario, sino que se puede utilizar con cualquier móvil compatible con esta tecnología. Esta forma de comunicación inalámbrica obliga a comprar un adaptador Bluetooth, que se venden en forma de USB, en caso de que el ordenador no disponga de esta conexión. Por unos 10 euros permitirá conectar el ordenador, no sólo con el teléfono, sino con otros periféricos como PDA o impresoras. Para ello, el móvil deberá estar configurado y tener activada la conectividad Bluetooth. Así permanecerá en 'modo visible permanente'.
  • A través de cable USB: Es la alternativa más fiable para transmitir los datos, aunque cuenta con la gran desventaja de que los fabricantes de teléfonos móviles no han creado ningún estándar en la conexión física de los terminales, por lo que la inmensa variedad de tomas obliga prácticamente a comprar un cable por cada teléfono. Esta situación es poco recomendable si se tiene en cuenta la escasa vida útil de los móviles: cuando se agotan los ciclos de carga de sus baterías, resulta más barato decantarse por otro terminal que subvencione la operadora antes que comprarse una batería nueva. Además, los cables oficiales son caros, por lo que la mejor alternativa, si se quiere optar por este método, consiste en adquirir un cable "compatible", que cumple la misma función a un precio mucho más reducido. Se pueden encontrar en eBay, por ejemplo.
  • A través de Infrarrojos: Se trata de una tecnología inalámbrica más antigua que el Bluetooth, pero actualmente menos popular. Una de sus desventajas radica en que el móvil se debe encontrar en frente del receptor de infrarrojos (habría que adquirirlo, se venden en formato USB por unos 15 o 20 euros), cada vez que se quieran traspasar datos al ordenador.
  • A través de un adaptador de tarjeta MicroSD: La cuarta alternativa nace de la popularización de los lectores de tarjetas en los ordenadores. Normalmente, estos aparatos admiten diferentes tipos de tarjetas, entre ellas la Secure Digital (SD).Su venta, por un precio de entre 10 y 30 euros, incluye un adaptador que las ajusta al tamaño de la SD.Los terminales móviles suelen incorporar una versión miniaturizada de estas tarjetas, denominada Micro SD. En vista de su creciente uso, se ha popularizado su venta por un precio de entre 10 y 30 euros, que incluye un adaptador que las ajusta al tamaño de la SD.Por lo tanto, las hace compatibles con los lectores de tarjetas más habituales en ordenadores. Esta opción permite simplemente pasar los datos entre el ordenador y el móvil, sin las demás opciones que sí facilitan los otros métodos de conexión, como manejar el terminal desde el ordenador, conectarse a Internet, etc.

Móviles con más memoria

Cualquier teléfono móvil de hoy en día presenta algunos Megabytes de memoria interna que permiten grabar cientos de números de teléfono con sus correspondientes datos de contacto. Esta memoria permite guardar algunos archivos, pero se queda pequeña si se comparten vídeos por el móvil o si se quieren añadir unas cuantas canciones desde el ordenador. Por esa razón, muchos fabricantes incorporan la posibilidad de introducir diminutas tarjetas de memoria, como las Micro SD, que permiten ampliar el espacio disponible.

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Tuesday, February 10, 2009

Pagar en Internet sin usar las tarjetas de crédito

Fecha de publicación: 4 de febrero de 2009
Pagar en Internet sin usar las tarjetas de crédito
Autor: Por BENYI ARREGOCÉS CARRERE

Varios sistemas de pago electrónico ayudan a sufragar las compras sin difundir los datos que identifican la tarjeta o la cuenta corriente

El papel moneda no resulta muy útil cuando se quiere adquirir algún producto o servicio en la Web. Hasta el momento presente, las diferentes tarjetas de crédito y débito (Visa, Mastercard, American Express, etc.) han constituido la alternativa dominante, pero se han creado otras maneras de pagar que tratan de aportar una mayor seguridad y espantar los miedos que puedan existir hacia la compra en Internet. Así, se puede optar por Paypal, Google Checkout, Amazon Payments o Bill Me Later, entre otros sistemas de pago.


Imagen: Pierre Amerlynck

Paypal y sus rivales

Paypal, una empresa propiedad de eBay, lidera este tipo de pagos que se caracterizan por no usar directamente las tarjetas de crédito. Su idea es original y efectiva porque se trata de una forma de pagar con el dinero de plástico sin que el comercio sepa cuál es el verdadero número. Para ello, reemplaza los dígitos por una dirección de correo electrónico.

Los usuarios comunican esta información a Paypal, que después intermedia en todo el proceso de pago, de forma que ni el que vende ni el que compra conocen nunca los datos reales de la tarjeta o de la cuenta corriente de la otra persona. En esta forma de pago no hay coste para el comprador y éste se repercute al vendedor en forma de porcentaje sobre cada transacción.

Cuando se trata de comprar en comercios, basta con teclear el nombre de usuario y la contraseña de entrada en Paypal para autorizar el pago, un proceso que minimiza el riesgo de que se intercepte el número de dicha tarjeta. Además, este sistema no sólo permite adquirir productos o servicios, sino que también facilita diversas tareas como el envío de dinero a otras personas, cobrar una factura por un trabajo realizado o realizar micropagos.

De hecho, se asemeja a una cuenta bancaria ideada para comprar en Internet, porque se puede ingresar dinero en ella (desde una cuenta corriente o una tarjeta de crédito) y mantener un saldo para gastar cuando se desee.

Las propuestas de Google y Amazon

Google dispone de su propio sistema de pago electrónico, Google Checkout, creado para competir con Paypal, aunque se centra únicamente en comprar y vender productos en Internet. De esta forma, Google logra un doble objetivo porque ofrece a otras empresas una forma de pagar sus servicios publicitarios que al mismo tiempo le beneficia si éstas después lo utilizan para vender sus productos. Así, dispone de un botón que se inserta en sus anuncios por palabras y que permite a los visitantes adquirir algún producto directamente a través de Checkout. Funciona de manera sencilla aunque se encuentra menos extendido que Paypal.

Amazon, otra de las grandes empresas de Internet, ha seguido el camino de Paypal y Checkout y ha lanzado recientemente su propio sistema de pago electrónico, denominado Amazon Payments. Para promocionarlo con rapidez lo ha vinculado automáticamente a las cuentas de usuario de este popular comercio.

De esta manera, las personas que le han confiado anteriormente los datos de su tarjeta de crédito a Amazon pueden pagar a otros establecimientos sin necesidad de proporcionarla de nuevo. Como Paypal, también permite enviar y recibir dinero a personas que tengan un número móvil de Estados Unidos. El saldo de Amazon Payments se puede transferir a una cuenta bancaria o canjear por cheques de regalo para comprar en Amazon.

Diferentes comisiones al vendedor

Desde el punto de vista del consumidor, los tres sistemas son similares (aunque el de Google ofrezca menos posibilidades) y resultan gratuitos cuando se trata de comprar. Las principales diferencias se encuentran desde el lado de la empresa o la persona que vende productos, puesto que se le aplican comisiones.

Así, Paypal cobra al vendedor una tarifa fija de 35 céntimos de euro cada vez que recibe un pago, a la que se suma un porcentaje del 3,4% de la cifra en cuestión, con un tope por transacción de cinco euros. Se puede acceder a diferentes descuentos si se venden productos o servicios por un valor superior a 2.500 euros mensuales.

Checkout se apoya en la fuerza económica de Google para ofrecer unas comisiones muy atractivas, sobre todo para aquellas empresas que se anuncien en AdWords, su sistema publicitario. De esta manera, no cobra comisiones por aceptar pagos que en conjunto no superen la inversión en anuncios realizada multiplicada por 10. Así, si gastan 1.000 euros mensuales en publicidad pueden recibir hasta 10.000 euros en pagos de Checkout de manera gratuita. Para los que superen esa cifra o no se anuncien en AdWords, el coste asciende a la suma de un fijo de 20 centavos de dólar más un porcentaje del 2% de cada transacción.

Por su parte, Amazon cobra una comisión por recibir pagos del 2,9% más una tasa fija de 30 centavos de dólar por toda compra superior a 10 dólares. Al igual que Paypal ofrece descuentos por volumen, en este caso a partir de ventas superiores a 3.000 dólares mensuales.

Otras alternativas

Además de Paypal, Checkout y Amazon Payments, tres sistemas de pago respaldados por grandes empresas de Internet, el consumidor dispone de otras alternativas para adquirir productos en Internet sin proporcionar directamente los datos de la tarjeta. Por ejemplo, Moneybookers.com, cuyo funcionamiento es similar a Paypal y se puede usar en miles de tiendas.

Sin embargo, con este servicio enviar dinero a otra persona sí supone un coste, el 1% de la cifra, con un tope de 50 céntimos de euro, mientras que en Paypal esta acción resulta gratuita. Su tarifa para aceptar pagos que provengan de una tarjeta de crédito se establece en un 2,9% de la cifra más un fijo de 29 céntimos de euro. Otra opción se encuentra en ClickandBuy, que agrupa todas las compras efectuadas en un mes y permite pagarlas a través de una tarjeta de crédito, mediante una transferencia desde una cuenta corriente o con domiciliación del recibo.


Bill Me Later o cómo pagar sin usar tarjetas

Bill Me Later constituye una de las alternativas más originales para pagar en Internet, porque permite comprar sin necesidad de una tarjeta de crédito. Esta característica le diferencia de los otros sistemas que mantienen el uso del dinero de plástico aunque intermedien para proteger sus datos. De momento, sólo funciona para los usuarios de Estados Unidos, donde puede comprobar casi al instante su grado de solvencia.

Bill Me Later únicamente solicita la fecha de nacimiento y los últimos cuatro dígitos del número de la Seguridad Social del usuario para poder realizar un pago

Este método apuesta por una sencillez extrema y únicamente solicita la fecha de nacimiento y los últimos cuatro dígitos del número de la Seguridad Social. A partir de estos datos comprueba la solvencia de una persona y el posible riesgo en la compra que se efectúe. En este punto se diferencia de las tarjetas de crédito, que establecen un límite máximo de gasto mensual pero no comprueban el riesgo del usuario con frecuencia, como sí lo hace Bill Me Later. Si considera que la situación se lo permite, actúa de intermediario y paga al comercio en cuestión.

Todo este proceso de comprobación se realiza de forma veloz. Después, Bill Me Later cobra al usuario, que puede elegir si asume el coste de la compra de una sola vez o si lo aplaza, una decisión que acarrea el pago de intereses. A veces, los comercios elaboran promociones donde se permite aplazar el pago durante tres meses sin pagar intereses. Bill Me Later acepta pagos desde una cuenta corriente o a través de cheques, y de momento no permite el uso de tarjetas de crédito o Paypal.

El usuario puede elegir si asume el coste de la compra de una sola vez o si lo aplaza, una decisión que acarrea el pago de intereses

Con este sistema se puede pagar en cientos de comercios electrónicos, entre ellos los populares Amazon, Wal-Mart o Apple Store. Bill Me Later cobra al comercio un porcentaje por intermediar más reducido (ronda el 1,5% de media, según sus datos) que el que cobran las grandes empresas de tarjetas de crédito o alternativas como Paypal y similares.

El pasado mes de octubre, el sitio de subastas eBay compró esta empresa, una de las rivales de su sistema de pago Paypal, por 945 millones de dólares (unos 690 millones de euros), la mayor parte de ellos en efectivo. Gracias a este movimiento, eBay puede ofrecer ambos sistemas y liderar las alternativas en Internet al pago directo con tarjeta de crédito. De esta manera, suma su dominio con Paypal a la trayectoria emergente de Bill Me Later que le permite, además, ingresar los intereses de las personas que decidan comprar a crédito.


- Imagen: d70focus -

Pagar mediante la compra de otros productos

Si Bill Me Later facilita la compra sin tarjeta de crédito, Trialpay supone una forma de comprar programas informáticos gracias a la adquisición de otros productos. En este complejo sistema, que trata de combinar los intereses de las empresas de software, de los usuarios y de terceras compañías, los consumidores pueden sacar partido si coincide la intención de comprar un determinado software con el deseo de un producto de una tercera empresa que "financie" el programa.

Por ejemplo, si una persona quiere adquirir un programa antivirus, en lugar de pagar directamente con dinero, puede pulsar el botón de Trialpay y buscar entre las posibles ofertas que equivalgan a dicho software. Así, adquirir tres libros en una determinada librería puede conllevar conseguir gratis el antivirus.

También sirven para cobrar tarjetas

Aunque en un primer momento Paypal obligaba a inscribirse para comprar algún producto, ahora no resulta necesario porque también funciona como pasarela de pago para tarjetas de crédito. Es decir, los vendedores lo pueden emplear como un datáfono para Internet más económico que cobre a los usuarios que prefieran no registrarse y quieran emplear el dinero de plástico directamente.

Además de Paypal, muchos otros servicios cumplen el mismo cometido y sirven para cobrar tarjetas directamente en la Web, como WorldPay, Authorize.net o Propay, aunque este último se restringe a las subastas de eBay.


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Monday, February 9, 2009

Marketing por redes sociales en Internet, en ascenso

30-01-2009
Negocios
Más barato por decenas de millones
por María Soledad Gómez

En tiempos de crisis, las grandes empresas descubren el poder del marketing en redes sociales.



Elimina amigos y gana hamburguesas gratis. No parece una estrategia para lograr una vida larga y feliz, pero es lo que, desde enero, ofrece Burger King a todos los usuarios de Facebook que instalen su aplicación "Whopper Sacrifice", en Estados Unidos. Basta que la persona borre 10 contactos de su lista -a los que se les informa que están siendo sacrificados por una hamburguesa y son invitados a instalar la aplicación- para hacerse acreedor de un cupón válido por un Whopper, su emparedado insignia. ¿Serán los usuarios capaces de informar descaradamente a sus contactos que su amistad vale menos de la décima parte de una hamburguesa? Hasta el 12 de enero, más de 195.000 contactos habían sido eliminados.

El ejemplo anterior señala cómo, en tiempos de crisis, cuando las empresas recortan los presupuestos de marketing, las novedosas redes sociales y aplicaciones de la web 2.0 siguen creciendo en avisos.

Algunas compañías más bien conservadoras están tomando riesgos en sus campañas, siempre que el costo sea muy bajo o prácticamente gratis con estas herramientas de contacto. Si bien en el caso de una cadena de comida rápida, cualquier usuario puede formar parte de su mercado, hay quienes buscan más que el masivo volumen de usuarios que ostenta la popular red social online. Para ellos, Facebook ofrece una sofisticada capacidad de segmentación en busca de rastrear el público que buscan sus avisadores, empleando todas las herramientas viables en un mundo web 2.0.

Es así como, por ejemplo, las madres jóvenes reciben sólo ofertas para su bebé, y los recién casados, cosas para el hogar. Cuando el perfil dice que alguien se apronta a dar el 'sí', llueven avisos de viajes, fotógrafos y hasta dietas milagrosas para lucir como una modelo llegado el gran día.

Y no son sólo las pastelerías de la esquina o aquel gimnasio de la otra cuadra, las empresas que aprovechan de publicitar en este servicio. Desde 2007, 70 de los 100 mayores avisadores de Estados Unidos han publicado avisos en Facebook. Incluso, cualquier político que tenga alguna ambición electoral real ya cuenta con su página allí. Según la firma consultora O'Reilly Radar, la red cuenta con más de 150 millones de usuarios a nivel mundial. El 50% en el continente americano. Además, en Facebook, hay más mujeres que hombres, y, es sabido, las mujeres compran más.

En cuanto a América Latina, el perfil demográfico de Facebook es bastante atractivo, apunta Yeajin Kim, gerente de comunicaciones y marketing de Sony Ericsson en Chile. Agrega que, sólo en ese país, ya hay más de 3,7 millones de usuarios y que el portal es número uno de Hispanoamérica no sólo en cantidad de inscritos, sino además, de tiempo en línea. "Nosotros lo usamos mucho a nivel de aplicaciones y también con la creación de eventos, cuando tenemos lanzamientos de productos", agrega. Por su parte, Agustín Martínez, gerente de internet de la cadena minorista chilena Ripley, revela que su experiencia en la red ha sido positiva y rentable. El ejecutivo va más allá y apuesta a que, en el contexto de la crisis, el medio se hace más atractivo: "Es lógico pensar que vamos a crecer en Facebook, porque el punto por contacto se logra con una inversión mucho menor".

Existe la opción de insertar distintos tipos de banners publicitarios en los perfiles, además de informarse, a través de ellos, de lo que hacen los amigos. Se pueden ver avisos que muestran que un contacto aceptó hacerse fan de una página o ha confirmado que irá a un determinado evento. El fenómeno que se inicia entonces es que los amigos, al ver esto, se deciden. La gracia es que el costo de estos avisos es elegido por el avisador. Luego de seleccionar su target, el avisador decide cuánto pagará por cada clic y cuánto es el máximo diario que está dispuesto a desembolsar. Facebook entonces se encarga de publicarlos. En este modelo el costo total variará de acuerdo a la visibilidad y público elegido, pero dependerá siempre de la cantidad de clics que reciba el aviso, ¡independientemente de que sea mostrado 20.000 veces! Sin embargo, no es la panacea. El promedio de clics que se obtienen es cercano a uno por cada 15.000 apariciones, dependiendo del tipo de producto ofrecido.

Pero sin importar las ventajas que los propios avisadores reconocen, vender publicidad no es un día en la playa para Facebook. La compañía lucha por elevar su nivel de ganancias -inferiores a las de competidores como MySpace- y Mark Zuckerberg, su creador, ha salido varias veces al paso de las críticas al modelo de negocios. En la región, la mayor competencia de Facebook es la red social de Google Orkut, con una gran base de usuarios en India y Brasil. Impulsada por la locomotora de Google, principal destino del dinero invertido en publicidad online, Orkut ha crecido de manera bastante explosiva. Según Kika Oncken, gerente de ventas de Google en Brasil, la membresía en Orkut crece a una tasa de dos dígitos y ya cuenta con 30 millones de usuarios sólo en Brasil. "Nuestros avisadores aún están aprendiendo cómo publicitar en Orkut", dice. Al igual que Facebook, espera un fuerte aumento de la publicidad, debido a que es un espacio que aún no se ha copado. De todas formas, Oncken está convencida de que no será un mal año para la publicidad online. "La publicidad online crecerá definitivamente, también en el segmento de búsqueda y sitios web", afirma.

La gracia del marketing 2.0 es la rapidez con que se produce el codiciado boca a boca. En Chile, pocos saben más de este tipo de campañas virales que los ejecutivos de la división interactiva de la agencia Ogilvie. En marzo, crearon el perfil en Facebook del perrito "Spike", mascota de la empresa distribuidora de gas licuado de petróleo Lipigas. En coordinación con el lanzamiento de la campaña televisiva en la que el perro callejero reparte garrafas de gas, los ejecutivos iniciaron la captación de amigos virtuales, cuenta José Cerda, director de OgilvieInteractive. La directora creativa de la campaña, Jessica Chauriye, agrega: "La respuesta fue inmediata. En poco tiempo superamos a (el candidato presidencial) Sebastián Piñera", por entonces el chileno con más amigos en el sitio web. La agencia ha seguido desarrollando el camino que le ha dado éxito. Hoy mantienen una campaña para Nestlé orientada, específicamente, a las mamás jóvenes del ciberespacio.

Pero ¿cómo responden los usuarios? Para muchos, el atractivo de una página de internet es indirectamente proporcional a la cantidad de publicidad que posee. Según un estudio de la empresa ComScore, el exceso de publicidad es la principal razón para que los usuarios se salgan de una página antes de un minuto. En esta lógica, Zuckerberg, de Facebook, suele decir que han privilegiado aumentar el número de usuarios, por sobre las ventas, por lo que tener menos publicidad puede haber servido para ese fin. Ahora es quizás el momento de la verdad: la crisis permitirá descubrir si los millones de usuarios que ha captado, cada vez más adictos a la red social, adquieren, o no, un real valor comercial.


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