Son varias las opciones para convertir el televisor en un medio activo: "Por ejemplo, con los modernos grabadores PVR (Personal Video Recorder), que son muy fáciles de usar; te permiten grabar en el disco duro para luego reproducir saltándose los anuncios y ver los programas en diferido a cualquier hora", añade Ibáñez. Son dispositivos como Iplus (de Digital +) o el estadounidense TiVo, que es el referente, según Casciari.
La interactividad, sin embargo, tiene matices y varía en función del consumo, según señala Jorge Gallardo, doctor en Comunicación Audiovisual y profesor en la Universidad San Jorge de Zaragoza. "Tanto los usuarios lean back como los lean forward adquieren un rol de pasividad cuando consumen vídeos", advierte.
"Cuando el usuario busca contenidos audiovisuales en la Red nos sorprendería ver lo poco que interactúa. Sólo busca ver, y el simple hecho de buscar es el máximo hecho de interactividad", concluye. Eso sí, para permitir la interacción la TDT ha de incluir canal de retorno, del que carecen muchos descodificadores, según matiza Gallardo.
También hay quien reivindica la pasividad. "¿Realmente queremos abandonar la "interacción pasiva" con nuestros televisores?", se pregunta Farhad Manjoo, especialista en TIC, en la revista Slate. "La pasividad es la gran baza de la televisión; nos encanta precisamente porque nos exige muy poco", escribe. Manjoo probablemente no desaprobaría la actitud del nativo Muñoz, y sus pantallas simultáneas. Entiende este tipo de multitarea como mucho más cómoda que tener todo en una única pantalla a tres metros. Con todo, la televisión sigue reinando sin rival.
Cuenta con una penetración del 89%, según la última oleada del EGM, aunque su crecimiento se ha estabilizado. En cambio, la que asciende disparada es precisamente Internet. En diez años, su penetración se ha incrementado de un 2,9% a un 34,3%. Hay que tener en cuenta que entre los jóvenes es mucho mayor.
El 88% de los adolescentes se declara usuario, según la citada encuesta de Fundación Telefónica. Y eso en España, donde cada año hay un nuevo millón de internautas. Bien a través de la pantalla del portátil o la de plasma, el gran proveedor de contenidos audiovisuales sigue siendo la televisión. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que gran parte de los vídeos consumidos en YouTube proceden de la televisión.
De hecho, en España son más de la mitad, según un estudio del profesor Gallardo, presentado en la Universidad de Málaga. Concluye que el 56% de los 15 vídeos más vistos en YouTube España entre junio de 2007 y febrero de 2008 proceden de la televisión. Lo que demuestra, según el autor, que la televisión mantiene su peso en la Red.
"Principalmente, porque los contenidos televisivos están mejor elaborados y son más atractivos que los que pueda subir cualquier usuario", apostilla. Se impone cada vez más una estrecha colaboración entre televisión e Internet. Las empresas ya se han lanzado hacia la convergencia. La Red se va reafirmando como el principal canal de la industria del ocio y el entretenimiento, un sector que este año moverá en España 21.680 millones de euros, según un informe de la consultora PriceWaterhouseCoopers.
Además, la población navegante crece a razón de un millón de internautas al año. El objetivo común es mejorar la unión entre soportes. "Dotar de inteligencia interactiva a la televisión sigue siendo un trabajo pendiente, por eso es momento de servirnos de la tecnología de los dispositivos existentes y hacer que se entiendan. TV e Internet es una tendencia imparable", escribe Juana Lara, directora de I+D+i de Radio Televisión Valenciana, en Hacia un nuevo modelo televisivo.
La convergencia tiene varias vías. Una es la de los televisores que incorporan acceso a Internet (mediante conexiones y software sencillo) y otra es la de los proveedores de contenidos que vuelcan su programación en la Red. Precisamente es la parte más pasiva de Internet (visionado de vídeos, por ejemplo) la que mejor puede encajar en el televisor, según algunos expertos. En cambio, otras aplicaciones que requieren emplear teclado y ratón, como redes sociales o compras, seguirían en el PC.
Los grandes fabricantes de electrónica, como Sony, LG, Samsung, Toshiba preparan televisores con conexión a la Red (Ethernet o WiFi). Así permitiría, por ejemplo, acceder a Facebook con el mando a distancia y ver vídeos de YouTube y películas en streaming (sin descargarlas) en una pantalla panorámica. Yahoo anunció a principios de año un programa de widgets (una especie de iconos) para permitir navegar desde el televisor. Por otro lado, las cadenas ya ofrecen la mayoría de su programación a través de la Red. Una de las primeras fue RTVE, que comenzó a ofrecer íntegros muchos contenidos. El usuario queda liberado para ver series y telediarios cuando quiera. Le siguieron Antena 3, La Sexta y Cuatro.
La BBC ha anunciado un proyecto de las principales cadenas británicas (BBC, ITV, BT y Channel 4, entre otros)para lanzar una plataforma común IPTV (protocolo de televisión por Internet) que permita el acceso a sus programas desde la Red.
Ha sido bautizado como un intento de combinar la "emisión televisiva con la banda ancha (broadcast con broadband)". El director general de la corporación, Mark Thompson, lo ha presentado como "el santo grial" para la futura emisión del servicio público.
Un decodificador con una conexión de banda ancha y enchufado al televisor ofrecerá la oferta de los canales en alta definición y con opciones de pausa, rebobinado y grabado. Y además incluirá servicios de video a petición y acceso a webs como YouTube y Facebook. La fecha de salida: 2010. "Hasta ahora ver la televisión en Internet era un dolor de cabeza. Pero eso está cambiando, y rápido", señala Daniel Lyons en Newsweek.
Y cita el ejemplo de Hulu, una especie de YouTube impulsada por NBC, ABC y Fox y financiada con anuncios (de momento, sólo funciona en EE UU). "Es televisión tal como debería ser la televisión", asegura Lyons. "Tiene montones de buenos programas. Ves lo que quieres ver cuando quieres. Puedes ver videoclips, buscar archivos e incluso enchufar el ordenador a una gran pantalla de televisión". Tras dos años, ya ofrece mil millones de streamings de video.
Se trata de un modelo que amenaza a los proveedores de cable. YouTube ya se está moviendo. Negocia con cadenas de televisión de todo el mundo para ofrecer películas y programas enteros, según The Independent. "La estrategia de las grandes cadenas de televisión por incrementar su poder en la Red es descarada", subraya Gallardo. "RTVE, La Sexta, Cuatro y Antena 3 han apostado por firmar un acuerdo con Google (YouTube)", añade. El portal de vídeos da muchas más visitas que las propias webs de las cadenas. El plan es encontrar formas de pago o suscripción.
Televisión e Internet pueden encontrar su nexo de mayor interés en la publicidad. Cuanto más interactúe el usuario con su televisión conectada a Internet, más datos se podrán recabar sobre los clientes. No sólo será más fácil medir las audiencias, sino también diseñar anuncios personalizados. Como el usuario que ve Perdidos y al mismo tiempo lo comenta en Facebook con sus amigos y consulta datos sobre el pasado de Locke en la Wikipedia.
Para canalizar esta actividad en el televisor en vez del PC se incorporarán más widgets conectados a la Red. "Esta integración ya existe, sólo hace falta que la mayoría de gente se de cuenta de ello", apostilla Casciari.
En cualquier caso, el debate de las pantallas se perfila como crucial. "La red de pantallas ha transformado nuestra forma de vivir, nuestra relación con la información, con el espacio-tiempo, con los viajes y el consumo", escriben los ensayistas Gilles Lipovetsky y Jean Serroy en La pantalla global (Anagrama).
"Se ha convertido en un instrumento de comunicación y de información, en un intermediario casi inevitable en nuestras relaciones con el mundo y con los demás. Vivir es, de manera creciente, estar pegado a la pantalla y conectado a la red".